El diseño no tiene por qué ser complejo, abstracto o apegado a lo visto en la carrera.
Les platico un poco acerca de estos 2 últimos trabajos, específicamente, en sí se trata de un estudio de belleza donde dan masajes y aplican pestañas y el otro de un Restaurante Italiano.
Ambos los inicié con el clásico briefing con su respectiva entrevista para conocer las necesidades y acerca del emprendimiento del cliente, ambos proyectos nuevos.
Posterior a eso les envié los respectivos borradores, aplicando lo comprendido en la reunión y de acuerdo al briefing recopilado; sin embargo, de ahí surgió algo inesperado:
En el caso del logotipo para el estudio de belleza, eligió una de las propuestas y de ahí comenzó a sugerir cambios, hasta llegar a un punto donde dijo que no le gustaba que quería algo más llamativo, obviamente para nosotros nos hace ruido, pues comenzamos a pensar en las clases donde se dicta del minimalismo, del menos es más y de la reducción de colores para su correcta aplicación en diversos medios como digitales, impresos y soportes como son uniformes, gorras, etc. Regresando al punto, me aclara «quiero algo más al estilo de esto» y me manda unos bajados de google de esos que te encuentras cuando googleas, logotipos para centros de belleza, todos coloridos y llenos de elementos, cargadisimos diría. Pero como todo diseñador, una de las cosas importantes es resolver la necesidad del cliente, pues simple y sencillamente me puse manos a la obra con lo que tenía yo recopilado de información y el estilo que la cliente quería.
Al final la cliente quedó contenta con su diseño.
Por otra parte, la de la Lonchería Italiana recibió las propuestas que elaboré y desde un principio me rechazo totalmente todas y me dijo; no, yo quiero algo tan simple como el nombre con un tipo manuscrito y gorro de chef con colores italianos, y hasta me envió el tipo de letra que le gusto.
Así que sin más ni más, nos pusimos manos a la obra y en más veloz que rápido terminamos el logotipo, se lo enviamos y quedo encantada.
En resumen, no nos rasguemos el rostro ni nos jalemos el cabello si el cliente se sale por la tangente cuando se le envía una propuesta de logotipo, muchas veces ellos ya tienen en mente algo y si nosotros somos efectivos sabremos resolver esa necesidad con lo que el cliente tiene pensado.
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